Modelo uruguayo de clubes cannábicos y abastecimiento colectivo

Modelo uruguayo de clubes cannábicos y abastecimiento colectivo

Fotografía: eluniverso.com

Montevideo, 16 de octubre de 2025.- En el mapa global de la regulación del cannabis, Uruguay ocupa un lugar privilegiado. Fue el primer país del mundo en legalizar un marco integral para el acceso al cannabis de uso adulto, incluyendo una vía específica para el abastecimiento colectivo: los Clubes Cannábicos. Esta experiencia, iniciada en 2013 con la Ley 19.172, representa un referente clave para otros países, incluido Colombia, que analizan opciones de regulación.

Un marco legal claro y estructurado

La Ley 19.172 de 2013 sobre «Regulación y Control del Cannabis» estableció un sistema trinitario para el acceso legal al cannabis en Uruguay: autocultivo personal (hasta seis plantas), compra en farmacias habilitadas y membresía en clubes cannábicos. Esta última vía fue concebida como una opción para usuarios que desearan acceder a cantidades superiores a las permitidas para autocultivo o para quienes no quisieran cultivar por sí mismos.

El marco legal es claro: los clubes son asociaciones civiles privadas, sin ánimo de lucro, compuestas exclusivamente por socios adultos (mayores de 18 años). La normativa establece límites estrictos: cada socio puede recibir hasta 40 gramos por mes. El número de socios por club está limitado (hasta 45 socios en la actualidad) y deben operar en instalaciones privadas, sin acceso público.

Supervisión y control estatal

A diferencia de modelos basados únicamente en la jurisprudencia o en la autogestión, el sistema uruguayo contempla una supervisión activa por parte del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA), el ente estatal encargado de fiscalizar todo el sistema. Los clubes deben registrar su funcionamiento ante el IRCCA, presentar listas de socios, informar cantidades producidas y distribuidas, y cumplir con estándares de seguridad y trazabilidad. Este proceso garantiza transparencia y responsabilidad, reduciendo el riesgo de desvíos hacia el mercado ilícito.

Modelo uruguayo de clubes cannábicos y abastecimiento colectivo

Resultados y alcance

Según datos del IRCCA, a diciembre de 2023, Uruguay contaba con 345 clubes cannábicos registrados, que abastecían a más de 12.000 personas, lo que representaba aproximadamente el 13.2% del total de usuarios dentro del mercado regulado del país. Estas cifras indican que el modelo es viable y efectivo para satisfacer una proporción significativa de la demanda de usuarios que buscan un acceso legal, seguro y controlado.

Además, el reconocimiento formal de los clubes ha permitido su integración en un sistema regulado, promoviendo la reducción del mercado ilegal y brindando un entorno con controles de calidad y salud pública. La experiencia también ha generado un importante diálogo internacional, sirviendo como caso de estudio para otros países interesados en explorar opciones de regulación.

Lea también: Desde agosto subió precio del cannabis en farmacias de Uruguay – Hierbabuena Revista

Lecciones para la región

La experiencia uruguaya ofrece varias lecciones clave para el debate regional, especialmente para Colombia:

  1. Necesidad de marco legal claro: La regulación formal permite a las asociaciones operar con certeza jurídica, evitando la inseguridad que enfrentan modelos informales o basados únicamente en jurisprudencia.
  2. Importancia de la supervisión estatal: Un ente regulador que supervise el funcionamiento, la membresía y la trazabilidad fortalece el sistema y protege su integridad.
  3. Promoción de la legalidad: Al ofrecer una alternativa legal, regulada y segura, los clubes pueden contribuir a desplazar el consumo del mercado ilegal.
  4. Reconocimiento de la organización ciudadana: El modelo uruguayo reconoce y protege a las personas usuarias organizadas como actores legítimos en la formulación de políticas públicas orientadas a la salud, la seguridad y los derechos humanos.

En síntesis, Uruguay demostró que es posible regular los clubes cannábicos como una opción viable dentro de un sistema integral de control del cannabis. Su modelo, pionero y estructurado, ofrece un camino contrastado que otros países pueden estudiar y adaptar a sus propias realidades, considerando sus marcos legales y sociales particulares.

Este artículo es la segunda entrega de una serie desarrollada a partir del documento Clubes cannábicos y abastecimiento colectivo: experiencias comparadas y opciones de política para Colombia , elaborado por Esteban Linares Sanabria y Jorge Forero Neme, analiza modelos en países como Uruguay, Malta, Alemania, España y Bélgica.

La próxima entrega de esta serie explorará otro modelo relevante: el caso de los «Clubs Sociaux de Cannabis» en España y los desafíos que enfrentan en ausencia de una regulación formal.

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