Director del Fondo Nacional de Estupefacientes reunido con empresarios del sector cannabis. Fotografía: Leandro Maia, Sechat
Bogotá D.C., 30 de octubre de 2025.- Una misión de empresarios y representantes de pacientes brasileños, junto a un grupo de empresas colombianas del sector cannabis medicinal, se reunieron con autoridades del Fondo Nacional de Estupefacientes, FNE, de Colombia para discutir soluciones que agilicen el proceso de exportación de productos a base de cannabis hacia Brasil.
La creciente demanda de productos medicinales a base de cannabis en el gigante suramericano ha generado un cuello de botella en el FNE, causando retrasos de hasta 60 días en la emisión de certificados de exportación y reduciendo a la mitad el volumen de exportaciones colombianas hacia el país vecino.
Colombia atiende actualmente alrededor del 4,5% del mercado brasileño. Sin embargo, la sobrecarga burocrática y retraso en los procesos, están provocando pérdidas significativas para las empresas exportadoras y afectando el abastecimiento de los pacientes.
De acuerdo con la plataforma informativa especializada en el sector productivo del cannabis medicinal e industrial, Sechat, el resultado es una caída del 50% en las exportaciones colombianas. En 2024, Brasil recibió aproximadamente 300 mil frascos de los Estados Unidos, mientras que solo 8 mil (registrados en Brasil) provinieron de Colombia, una diferencia explicada por la mayor agilidad y simplificación regulatoria de los exportadores estadounidenses.
Crecimiento de la demanda y sobrecarga del sistema
Desde la implementación del certificado de exportación por parte del FNE, inicialmente en 2018 y consolidado entre 2021 y 2022, el sistema operaba de forma satisfactoria. Sin embargo, el significativo aumento de la demanda brasileña ha generado una sobrecarga operativa. El sistema, no automatizado, requiere el análisis individual de cada envío, lo que ha llevado a retrasos considerables.
«El mercado en el que Colombia está perdiendo competitividad es el de envíos express (RDC 660), que solo permite la entrada de productos destinados a pacientes individuales», explicó Luis Rodrigo Tamayo, director operativo de Carmen’s Medicinals. «Con el crecimiento del mercado brasileño, el FNE está teniendo dificultades para emitir los certificados de salida a tiempo. Este represamiento comenzó en julio de este año; antes, la emisión llevaba una semana; ahora puede llegar a 60 días», añadió.
Divergencias regulatorias
Un punto crítico del encuentro fue la divergencia entre la normativa colombiana y la brasileña. Mientras que el FNE exige un certificado de exportación, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria, Anvisa, de Brasil no lo solicita para importaciones individuales. Estos envíos solo requieren la documentación y autorización del paciente, documentación técnica del producto y comprobación de que el producto está regulado en el país de origen.
Esta falta de armonización regulatoria complica el proceso para los exportadores colombianos, haciéndolo más lento y burocrático que el de otros países, como Estados Unidos, que lidera las exportaciones al mercado brasileño.
Representantes del FNE, explicaron que el certificado de exportación corresponde al cumplimiento de los requisitos de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, específicamente en relación al límite de THC (hasta 0,2%) en productos exportados. Esta medida busca garantizar el cumplimiento de las normas internacionales de control de sustancias y seguridad sanitaria.
Logística y despacho
El retraso en la emisión de certificados, que debería tomar como máximo 15 días hábiles según la norma, ahora supera los dos meses en algunos casos. Además, la necesidad de que un representante de la empresa retire personalmente el documento en la sede del FNE incrementa costos y complejidad logística.
Frente al tema explicó, Michael Julio, CEO de QualCann «la implementación de trámites que no son requeridos por el país de destino (Brasil) está generando una pérdida significativa de competitividad en el mercado», asegurando que estos procedimientos adicionales dificultan la entrega oportuna de los productos, especialmente frente al principal competidor, Estados Unidos, «que no enfrenta ninguno de estos requisitos y cuenta con una logística aérea hacia Brasil mucho más eficiente y frecuente, dijo.
Según Catalina Olaya, fundadora de Cannabis Salud, estos retrasos han afectado la distribución de productos como ungüentos y aceites en Brasil. «Antes, lo hacíamos a través del courier y el producto llegaba al paciente en unos 15 días. Ahora, este plazo supera los dos meses», afirmó.
La gerente comercial de Courier Brasil Express, Fernanda Vanzeli, explicó que la importación formal se puede realizar por Siscomex o por envío express, este último el único canal permitido para productos destinados a pacientes individuales. «Los correos convencionales no tienen autorización porque no están vinculados a la Receita Federal ni a Siscomex», detalló.
Próximos pasos
Durante la reunión, las partes expresaron su intención de emitir una carta conjunta al gobierno colombiano. El objetivo es solicitar la revisión del proceso de certificación, la modernización del sistema de exportación y el alineamiento de las normas nacionales con los requisitos brasileños.
El propósito es recuperar la competitividad de Colombia en el mercado de cannabis medicinal y garantizar el acceso de los pacientes brasileños a los tratamientos.
El Fondo Nacional de Estupefacientes, bajo la dirección de Milver Rojas, se comprometió a darle celeridad al proceso de revisión normativa y consulta con su homólogo brasileño, con el ánimo de agilizar el trámite de envió en el menor tiempo posible.
El mercado de cannabis medicinal en Brasil representa una oportunidad significativa para los exportadores colombianos, dada la creciente aceptación y demanda de productos cannabinoides para fines terapéuticos en el país vecino.
